jueves, 20 de agosto de 2009

Churrasco y Torero



Mujeres Españolas – Mujeres Argentinas

A ver, amigas…Si pudiera visualizar la “actitud” de una mujer argentina….Se me ocurre un Churrasco a Punto, cocido pero jugoso. Si, por otro lado, pudiera imaginar al general de la mujer española, automáticamente se me viene un Torero, el Toro y su Público. No parece muy original, pero paso a explicar….(Aclaro que no estoy pasando por un momento muy feminista ni psicoanalítico, eh!) ….”Si encuentran alguna similitud con la realidad, es pura coincidencia”.

Veamos,

El Churrasco….Todo argentino a degustado este trozo de carne, con buen hueso para roer al final, bien jugoso y emanando perfumes viscerales al ansioso comensal. Pues, las mujeres los preparan magros si son para ellas….pero bien saben que al hombre le gusta la grasita del borde…es lo que le da el sabor irresistible. El churrasco debe mostrar su interior, pues llegar a la parte rosadita, más crudita de la carne….es el momento sagrado de toda degustación de un Churrasco a Punto. Digo “a punto” y no “crudo”, ni “cocido”. Cuando está crudo, presenta mucha resistencia, y no tiene gracia al masticarse. Si, en cambio, está demasiado cocido, ya está seco, sin jugo, duro e imposible de paladear sin arrancarse un diente postizo….

La Mujer Argentina Va directo A los Bifes, Señores!!!
La Mujer Argentina sabe lo que quiere, y cómo atraer a su presa con sus feromonas mágicas.
La Mujer Argentina es directa e irresistible porque se muestra sin pudor.

Ahora bien,

El Torero….El Toro….El Público. En esa majestuosa ceremonia se ve la esencia del cortejo protagonizado por una mujer española. La mujer es el Torero, no se equivoquen! El Hombre es el animal que responde a sus instintos. Y la mujer española, quien se esconde tras el lienzo rojo, calculando con ojos mínimos los movimientos de su adversario. Creería que la española no es tan gentil como se muestra un churrasco aguardando en su plato…La española es más distante, y juega cruelmente con su sensualidad y hechizo. Se acerca de a poco, se deja olfatear por su presa, se vuelve a alejar. Quizás, por momentos, parece indefensa pues esconde su pañuelo mostrando su debilidad sin tapujos….Y ahí, justo ahí, cuando el animal corre hacia ella hambriento y desesperado…clava toda su furia en un éxtasis de placer que la hace eterna e inolvidable….por su crueldad teñida de pasión.
Y el pobre toro…queda tirado ahí un par de días…hasta que recupere las fuerzas para volver al ruedo.

La Mujer Española tiene garras y colmillos…
La Mujer Española busca revancha..
La mujer Española quiere amar o morir…
Es una cuestión de sangre..

Finalmente…creo que ambas mujeres podríamos compartir un agradable almuerzo de asador, bajo las tiendas de la más antigua plaza de toros.
Salú!!

Mariana Waisman
marianawaisman@yahoo.com.ar